Evolución productiva
Las grandes transformaciones de la humanidad son el resultado de procesos económicos, sociales y tecnológicos.
Así en el siglo 18 la invención de la máquina de vapor produjo la mecanización del trabajo manual dando lugar a la llamada Primera Revolución Industrial. Luego a principios del siglo 20 se aplicaron técnicas de producción en serie, Segunda Revolución Industrial. En las últimas décadas con la incorporación de sistemas electrónicos y TIC (tecnologías de la información y la comunicación) se profundiza la automatización en los procesos de fabricación, es la Tercera Revolución Industrial.
La evolución tecnológica continúa y nos posiciona en el umbral de la Cuarta Revolución Industrial. La comunidad europea lo denomina Industry 4.0. En USA la SMLC (Smart Manufacturing Leadership Coalition) también está trabajando en el futuro de los sistemas de producción. Ambos son proyectos estratégicos, donde participan empresas de tecnología, empresas manufactureras, Universidades y entes gubernamentales, cuya meta es la Fábrica Inteligente (Smart Factory).
Si bien los avances científicos son impulsores de esos procesos también lo son las condiciones de mercado. Hoy las empresas se enfrentan a una creciente presión de aumento en la productividad. Que se manifiesta en la demanda de productos que responden a las expectativas del cliente a precios cada vez más competitivos.
Para adaptarse a estas nuevas condiciones las futuras instalaciones de producción serán mucho más inteligentes que los modelos de fábricas precedentes.
Smart Factory
Se trata de la fábrica en la que todos sus procesos están informatizados, se encuentran conectados e interactúan entre sí.
Mediante la incorporación de procesadores miniaturizados, unidades de almacenamiento, sensores y transmisores en los elementos que interactúan en los procesos productivos (máquinas, herramientas, materiales y productos terminados) se dispondrá de captura de datos masivos cuyo análisis a través de software hará disponible información enriquecida para optimizar la toma de decisiones y controlar los procesos de fabricación.
La información está contenida y gestionada por diferentes sistemas. Por ejemplo, un sistema de planificación de recursos empresariales (ERP) (responsable de la gestión logística, planificación de recursos, cálculos de costos, contabilidad, etc), mientras que un sistema de ejecución de fabricación (MES) controla las operaciones de producción (órdenes de trabajo, recepción de mercancías, transporte, control de calidad, mantenimiento, programación, etc) y el sistema de Supervisión, Control y Adquisición de Datos (SCADA) controla y supervisa los procesos industriales en tiempo real con los dispositivos de campo sensores y actuadores.
Los sistemas MES surgen como intermediarios entre los sistemas de gestión (ERP) y los de control (SCADA). Gracias a los sistemas MES se pueden conectar todas las áreas de trabajo de una empresa y gestionarla de forma integral.
Internet de las Cosas (IoT)
Impulsado por Internet, los mundos reales y virtuales están creciendo y cada vez más cerca entre sí para formar el llamado Internet de las Cosas (IoT). Terminología definida por Kevin Ashton quien lo explica de la siguiente forma:
“Los ordenador actuales—y, por tanto, Internet—son prácticamente dependientes de los seres humanos para recabar información… la tecnología de la información actual es tan dependiente de los datos escritos por personas que nuestros ordenadores saben más sobre ideas que sobre cosas. Si tuviéramos ordenadores que supieran todo lo que tuvieran que saber sobre las “cosas”, mediante el uso de datos que ellos mismos pudieran recoger sin nuestra ayuda, nosotros podríamos monitorizar, contar y localizar todo a nuestro alrededor, de esta manera se reducirían increíblemente gastos, pérdidas y costes. Sabríamos cuando reemplazar, reparar o recuperar lo que fuera, así como conocer si su funcionamiento estuviera siendo correcto. El Internet de las Cosas tiene el potencial para cambiar el mundo tal y como lo hizo la revolución digital hace unas décadas. Tal vez incluso hasta más”
Podemos decir que la industria e Internet tienen como objetivo conectar máquinas, instalaciones, flotas y redes en potentes sistemas de computación, información y comunicación.
la funcionalidad de los sistemas vistos están orientados a cada fábrica individual. El fin de Internet de las Cosas (IoT) es interconectar múltiples fábricas (Smart Factories) e incluso regiones geográficas para lograr la producción inteligente (Smart Production) al mercado global.
El mundo de la producción estará cada vez más en red hasta que todo esté interrelacionado con todo. La complejidad de las redes de producción, clientes y proveedores crecerá enormemente profundizando su vinculación.
Todo ello permitirá disponer de productos personalizados producidos a costos comparables a los de la fabricación masiva, un factor clave de competitividad en la industria manufacturera de la mañana
Sensores en dispositivos móviles, consolas con sensor de movimiento, imágenes 3D, dispositivos de realidad virtual, etc. en definitiva nuevas tecnologías interconectadas a través de Internet para mejorar la experiencia de los clientes.
Un futuro cercano que no se puede ignorar y menos aún quedar fuera.